Un nuevo mundo puede descubrirse con sólo un poco de curiosidad y la ayuda de una lupa de joyero. Aquel simple instrumento puede ser la vía de un gran viaje para un niño, que con su ayuda descubre maravillado detalles que nunca imaginó en las cosas más comunes, como el ala de un insecto, una hoja, o su propia piel.
Pero más allá de la sorpresa, el descubrimiento de formas y patrones que se repiten en la naturaleza nos conduce a formularnos preguntas, a pensar por analogías, a encontrar inspiración para la creación artística y a muchas cosas más.
Los niños de la biblioteca ahora pueden experimentar con esta original forma de conocer y de crear, gracias a una generosa donación de Dottie y Dave Bonnett, de los EE. UU., quienes nos proveyeron de los materiales y guías necesarias con el equipo llamado "The Private Eye".
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